Hay fechas en el almanaque madrileño imposibles de olvidar: una de ellas es la del 2 de mayo. Ese día el pueblo de Madrid se sublevó e izó las velas de la libertad; Napoleón no se podía salir con la suya. Y uno de los escenarios principales del aquel levantamiento fue la Plaza del Dos de Mayo. De la revolución a la actualidad, hoy es el epicentro del barrio de Malasaña, arropada por bares, restaurantes y tiendas es uno de los mayores atractivos de la capital pero su esencia sigue intacta y lo que allí aconteció también. Cada año los vecinos, bares, comercios, asociaciones del barrio conmemoran ese día de 1808 con una fiesta en su honor.
Este aniversario cuenta con el apoyo municipal, una celebración conjunta (por fin), repleta de actividades para todos los públicos. Un menú muy suculento a base de teatro, talleres, exposiciones, cine, mercadillos y conciertos que tiene como sabor principal la memoria histórica y la hermandad vecinal. ¡Allá vamos!