Los pioneros suelen ser opacados por la trascendencia de sus obras y por los nombres que se aprovecharon de la apertura de su camino. El auténtico pionero es un aventurero en medio de una jungla creativa que transforma un lienzo en un pedazo de futuro, como le sucedió a la genial Georgia O’Keeffe. Esta artista de Wisconsin que pasó casi toda su vida en Santa Fe, Nuevo México, desarrolló el concepto abstracción mucho antes de los Pollock y compañía. A pesar de tener que moverse en un mundo tan masculino como el arte en las primeras décadas del siglo XX, sus abstracciones iluminaron el futuro y fueron una corriente de influencia que terminó por transformar el concepto de arte que tenemos hoy en día. La primera de una estirpe que aún hoy sigue inspirando a artistas en el estudio o en la calle.
El Thyssen le rinde un merecido homenaje con una increíble retrospectiva que incluye una selección de 90 de sus obras maestras. Recorramos allí la senda de la pionera que anticipó el mañana.