La historia es la de esta artista japonesa que, habiendo pasado una temporada en Canadá aprendiendo y mejorando el idioma, ha llegado a Madrid para comerse el mundo y ha decidido instalarse en nuestra ciudad. Hay una teoría que habla de una conspiración que, a su vez, dice que todo esto de la crisis no es más que una excusa para trasladar el eje del poder desde Occidente a Oriente. Hacia los países que merecen la pena en la emergencia. No digo que no, porque hay que ser escéptico. Por si acaso y para meternos en terreno, recomendamos esta exposición que se inaugura hoy en el Sushi Deli de Madrid. Estridencia en los colores, formas infantiles, indiscreciones y postureo multicultural. Pero no se engañen, tras ello hay una bonita historia y mucho que contar, así que nuestra recomendación es que no te lo puedes perder; y si es con comida japonesa, mejor.

Comments