Todos soñamos con plasmar en una historia esa mirada de niño mitad emocionado, mitad temeroso que busca entre sus vecinos a un presunto culpable de un horrible crimen de cuyo responsable nadie sabe nada menos nosotros. Esa incipiente intuición desarrolla en nosotros una poderosa atracción hacia contar ese lado tan oscuro como brillante de la sociedad. La bien bautizada literatura cruel juega con nuestras percepciones entre el bien y el mal. El bueno siempre es tan cruel como el malo en su implacable lucha contra las fuerzas del mal. Por ello, esta literatura es tan valiosa. Su vitalidad podría enterrar al resto de géneros si fuese preciso. Se recicla del material más poderoso de la literatura: la calle. Tu juramento hipocrático consta de los siguientes must: 1- No importa a donde llegues, sino la impronta que dejes a tu paso. 2- No guardes tus premios literarios porque algún día te pesarán. 3 (y último) – Sobre todas las cosas, nunca faltes a tu forma de ver la vida. Todo eso ya lo sabes. Hoy puede ser tu primer día como escritor.

Comments