Isabel Hernández se define como una buscadora incansable de un temblor necesario. Es librera vocacional desde hace catorce años, gestora cultural, escritora con ninguna intención editorial, creadora de paisajes sonoros y fotógrafa. Ahorró durante dos años para comprar su primera cámara réflex, una Nikon D80 y una LOMO LCA, fieles compañeras en los paseos por la ciudad. Con el tiempo y gracias a la generosidad de otros, ha adoptado y tomado prestadas varias cámaras, ha explorado lo analógico y si pudiera no querría otra cosa. Ama el blanco y negro por encima de todas las gamas cromáticas, pero de vez en cuando lleva la contraria para sumergirse en el color, lo que obtiene evidencia al temblor que le mueve.
Sus referentes son una biblioteca cada vez más grande de gente inquieta: Piedad Isla, Gabriel Cualladó, Inge Morath, Ricard Terré, Julia Cameron, Robert Frank, Francesca Woodman, Vivian Maier, Juanan Requena, Emmet Gowin, Sophie Calle, Virginia Rota o Saul Leiter. Gente a la que le gusta escuchar, porque para ella las fotografías guardan el sonido de un mundo que se nos escapa.
Su proyecto callejero se construye a paso de flâneur. Le atraen poderosamente los entornos botánicos y los rostros y gestos de quienes no se sienten observados. Para su proyecto de lumens le obligó a concretar su intención: salir a buscar hojas y flores, reflexionar antes de realizar la exposición lumínica, eliminar el ruido y cercar la esencia. Trabaja con papeles fotográficos caducados (Kodak, Ilford, Tetenal). Al ser un proyecto analógico es importante el componente de improvisación que tiene el proceso, ninguna impresión se parece a la anterior, porque cada imagen es única.
La inauguración de la muestra Lo que la luz enseña será el domingo a las 19h, la exposición la puedes visitar gratuitamente hasta el 30 de abril. No te la pierdas.