¿Quién eres y a qué te dedicas?
Soy André Mileti y soy cineasta.
¿Cuál es la idea de tus portadas?
Todas las emociones de las fotos son fuertes pero atrapadas en un espacio artificial y bajo unas luces de neón muy falsas y sobre brillantes. Los sujetos parecen que se están moviendo pero están atrapados según la tecnología de la fotografía. Me parece una buena metáfora de Madrid: los seres humanos existen, felices o tristes, en la cárcel de la ciudad enorme. Hagan lo que hagan, la ciudad es su jaula, como los modelos en relación a las fotos. Irónicamente, esto es lo que me encanta de Madrid.
¿Cuáles son tus influencias?
Mis mayores influencias han sido Bruce Lee, Michael Jordan, Jacques Brel, Thelma Schoonmaker, Pedro Almodóvar, Lynne Ramsay, Benoît Debie, Johnny Cash, Flannery O’Connor, Steve Jobs, Luis Buñuel, Hunter S. Thompson y, sobre todo, Martin Scorsese.
¿Tu lugar favorito de Madrid?
Soy un tío de Lavapiés, aunque vivo en La Latina (y me encanta también). Me puedo perder en Lavapiés durante horas, en un sitio ni demasiado limpio ni demasiado sucio. Y no me vacía la cartera como Malasaña.
Un libro que te haya marcado mucho.
No es mi preferido pero creo que está infravalorado: Kinkaku-ji de Yukio Mishima. Es una fascinante exploración de un hombre feo enfrentado contra un mundo de belleza inexplicable. Como un retrato de la lucha para la identidad, es una obra maestra.
¿Cuáles son tus proyectos de futuro?
A finales de marzo, voy a estrenar mi próximo cortometraje, Vanity Project. Fue rodado enteramente en Madrid, con diálogos en inglés, y salvo yo (salgo como una versión de mí mismo) y el narrador, un reparto completamente ibérico. Me gusta describirlo como “Si Pirandello hubiera escrito el guión de The Room de Tommy Wiseau”.
//ilustración por Julie Trillo