Pocos espacios hay en Madrid tan cargados de historia como Florida Retiro, el complejo gastronómico heredero de Florida Park. Entre sus paredes debutó un joven Miguel Bosé, Lola Flores perdió su famoso pendiente y Ava Gardner se pasó las noches de jarana entre copa y copa.
Para alegría de todos, este emblemático lugar volvía a abrir sus puertas hace casi tres años tras otros tres de papeleo y reformas, volviendo a convertirse en referente del ocio castizo y con clase.
Ahora, custodiada por los centenarios árboles del Retiro se alza su terraza, recientemente inaugurada y que goza del estatus de ser un enclave único, junto a la cúpula de Fernando VII en la que fuera la casa de recreo del monarca. Pocos más alicientes se necesitan para visitar esta azotea, aunque los hay. Como una carta diseñada por el chef Iván Cerdeño en la que se pueden encontrar los celestiales buñuelos de queso manchego, las ostras con aliño tailandés, una suculenta selección de sushi o las brochetas de pollo morunas que te harán soñar con unas vacaciones en Marruecos. Tampoco hay que olvidar la cuidada propuesta de cócteles a cargo de Óscar Molina y que serán el complemento perfecto al precioso atardecer estival. En definitiva, las alturas del Florida Retiro son el refugio perfecto para disfrutar del dolce far niente.