Gastrochigre nació como un restaurante sin complejos y sin tapujos, con unos ingredientes y elaboraciones que fusionan la cocina tradicional asturiana con diferentes sabores del mundo. Detrás de este pequeño local en Lavapiés, se encuentra Jorge Fernández. Inspirado en su infancia en la cocina junto a su abuela Carmina y sumando su experiencia en el Londres más cosmopolita, decidió crear este tipo de cocina irreverente que mezcla las Gyozas con el Pote asturiano, el Picadillo de Chorizo con los nachos mexicanos e incluso los Cócteles, que cuentan con orujos asturianos.
El objetivo de Jorge es simple: acercarse al gran público eliminando los excesos, los nombres complicados, las elaboraciones ostentosas, consiguiendo al mismo tiempo una gastronomía de alto nivel a precios económicos.
En su carta podemos encontrar alrededor de 30 tapas pensadas para compartir, con productos 100% asturianos, como la Cecina de buey con un toque ahumado, las auténticas fabas de Luarca, queso La Peral, chorizos o berzas. De esta forma, la cocina de Gastrochigre es un discurso canalla continuo que pone un punto de ironía a los platos sin perder de vista sus orígenes. Para sumergirnos de lleno en la esencia de este local que respira personalidad propia, proponemos optar por un menú degustación de 8 platos por 15 euros. Un menú que se modifica semanalmente, escogiendo siempre productos de temporada para ofrecer una materia prima de calidad.
Por si esto fuera poco, este local también apuesta por las cervezas artesanales (tanto nacionales como locales), de gran calidad y bajas en gradación, un maridaje perfecto para una variedad de platos cargados de sabor.
¿Y de postre? Nos sorprenden con unos Frixuelos con arroz con leche, que nos dejan con el sabor de la niñez, la de esa abuela asturiana que decidió reinventarse en la mente de Jorge para crear Gastrochigre.