Madrid sabe a vermut. Sus calles se orientan en función de los caminos que llevan a lugares tan castizos como La Hora del Vermut. Sentarse en su barra elegante es asomarse a un paraíso con alma de ajenjo. En esos momentos de pausa que te ofrece la ciudad bien merece la pena saborear el instante con un vaso de Yriarte, un licor con más de tres siglos de historia; o un buen Lustau, o quizás un Zarro madrileño. Enjaulado en tu vaso te encontrarás al duende que te lleva una y otra vez a reservar tus noches más recordadas a sus encantos. Ese duende de color cobrizo te convierte en un acólito de su brebaje. Él se ha mudado a la calle Ferrán González, donde hace tiempo que nos deleita en este lugar con encanto. Allí encontrarás un aliado inesperado en tu principal propósito de año nuevo.
Para sobreponernos de los excesos navideños, las propiedades del ajenjo se fusionarán durante este mes con las del apio, el pepino o la menta en unos cócteles en los que disfrutar de la depuración más divertida y más acorde con nuestro hedonista estilo de vida. Tapas healthy marinadas por un Vermut Tonic de Zarro con Pepino, un Bloody Vermut de Miró con apio verde o un Tropical Vermut de Luis The Marinero con toques de menta son alguna de las propuestas de este lugar reservado a los amantes de las noches únicas. Aquellas en las que te dejas seducir por ese líquido que sabe a Madrid y que guarda más de un secreto en su interior.
