Es oficial: las posibilidades del delivery han conseguido abarcar hasta a los restaurantes más exclusivos de la capital. La aclamada propuesta de Luke Jang, se ha vuelto más personal y más íntima que nunca, y nos consigue contar una historia a cada bocado sin movernos de casa.
Sus creaciones, donde lo original y la tradición se dan la mano, miran hacia la Corea que le vio nacer pero con un pie en España, donde se ha asentado y ha construido su propio reino gastronómico lleno de sorpresas para el paladar. Tras su paso por fogones tan emblemáticos como El Bulli o Mugaritz, Luke mezcla con absoluta maestría los sabores de la street food asiática con el recetario tradicional coreano y el mejor producto tratado con una técnica soberbia.
Con muchos meses de trabajo a sus espaldas y en un intento ferviente por acercar su tan particular propuesta a los hogares en formato delivery, el chef coreano ha conseguido adaptar grandes éxitos del restaurante y también ha añadido creaciones inéditas para este nuevo servicio a domicilio. Presentado de forma impecable (como no podía ser de otra manera) nos encontramos con clásicos como la Gilda Coreana (atún rojo con sésamo, piparra, seta shiitake, loto encurtido y kimchi) o el KFC (Korean Fried Chicken). Una de las sorprendentes novedades que nos trae el formato take away es el Curry de Luke, con carrillera guisada con manzana, y acompañamiento de arroz coreano blanco. Tampoco podía faltar el esponjoso y delicioso a partes iguales Bao Bun, al estilo coreano con kimchi y crujiente de ibérico.
Luke ha sabido mantener intacta su esencia con un toque explosivo, canalla y vanguardista. Aquí no hay formalidades, sino un juego de sabores que nos llevan al corazón de la cocina coreana con un sabor muy personal.